No importa donde estás o qué momento del día es, siempre es una buena ocasión para agradecer a Dios.
La vida me enseña a cada minuto y yo le agradezco dando siempre lo mejor de mi.
En el trabajo en equipo es muy necesaria la disciplina y la empatía.
¡Buenos días, amor! Te envío miles de besos y abrazos para que comiences el día con toda la energía.
Pienso en ti, y cuando lo hago no dejo de sentir que eres el amor de mi vida. Conocerte lo cambió todo para mí, contigo llego la alegría y la esperanza. Te amo.
Que la paz y el sosiego reinen en tu descanso de hoy. ¡Buenas noches!
Mandarte las buenas tardes me hace feliz porque quiere decir que te tengo en mi mente durante todo el día.
Si son verdaderos amigos, no importan las discusiones, la amistad nunca se verá afectada.
Estoy triste y sin esperanzas, pero me consuela un poco saber que el desamor se supera.
Los bebés son ángeles que Dios nos manda para guiar y enseñar.
Cuida de tu mamá pues es el mejor tesoro que jamás tendrás.
En tiempos difíciles es de valorar quienes son los que realmente te dan su amor y amistad.
Recordar es una forma de volver a vivir momentos increíbles, pero cada vez que lo hago te extraño aún más, amor.
Todas las bendiciones para mi familia, que un día más lucha por aquello en lo que cree. ¡Buenas noches!
Siento paz, serenidad y una fe inquebrantable. ¡Sé que todo esto es gracias a ti, Dios!