Mamá, me cuesta aceptar que un día no estarás, por eso quiero disfrutarte cada día un poco más.
Soy de esas personas que huyen a las despedidas.
No rendirse significa darte cuenta de que no importa cuantas veces puedas caer, si no saber que llegará un día en que lo conseguirás.
Hija, el vínculo que tenemos no se romperá nunca.
Que tu sábado sea bendecido, puedas relajarte y disfrutar.
¡No desesperes! En el camino encontrarás la solución a tus problemas, y si aún no la encontraste, debes seguir caminando.
La graduación es una etapa más en la vida, así que sé que esto no acaba aquí, ¡aún tengo mucho por hacer!
Eres una persona increíble capaz de hacer esto y miles de maravillas más.
¿El día más feliz de mi vida? Cuando tú naciste, mi hijito.
Estar abierto a nuevos puntos de vista nos hace ser personas más sabias.
Me rodeo siempre de la mejor gente, y esas personas son ustedes. ¡Buenas noches, amigos!
Mi más sentido pésame, no me puedo imaginar el dolor que debes sentir, pero te presto mi hombro por si te sirve de apoyo.
Quiero decirte te amo todos los días del año.
Me entristece tener que despedirme de ti, hermosa, pero me consuela saber que mañana la vida me dará otra oportunidad para disfrutar de tu compañía. ¡Buenas noches!
¡Buenas noches, amor! Espero que al despertar pueda apreciar toda la suerte que tengo de tenerte a mi lado.