Los abuelos nos enseñan, nos miman y nos protegen, a ellos les debemos mucho de lo que tenemos.
Mis abuelos me enseñan con cada una de sus vivencias.
Las arrugas de nuestros abuelos son como un mapa de vivencias que les hicieron llegar a donde ahora están.
De mi abuelo aprendí a trabajar mucho, y a siempre ser agradecido.
Los abuelos no piden nada a cambio, por eso no te olvides de decirles cuanto los amas.
Amo pasar tiempo con mis abuelos, cuidar de ellos, y escuchar todo lo que tienen para contar.
El respeto por nuestros abuelos es algo que deberíamos mantener de generación en generación.
Quien tiene abuelos tiene el mayor de los tesoros, y quien tiene nietos, también.
Mi abuela es una mujer encantadora, me consiente y me abraza como nadie más.
Mis abuelos son las personas más tiernas y generosas, y tenerlos cerca es mi gran dicha.
Los abuelos son esas personas con arruguitas que siempre reciben a sus nietos con una sonrisa.
Con mis abuelos guardo las mejores memorias, y momentos de grandes aprendizajes.
Escuchar a nuestros abuelos nos hace crecer, pues en cada arruga hay una vivencia diferente y mucha sabiduría.
Mis abuelos me enseñaron todo lo que sabían con amor y cariño, y yo lo agradeceré siempre.
Les debo mucho a mis abuelos, pues ellos me cuidaron y me atendieron.
Los abuelos dan todo lo que tienen a sus nietos y lo hacen desde el corazón.
A mis abuelos los quiero y los respeto, y siempre cuidaré de ellos.
Quiero tanto a mis abuelos que haré todo lo que pueda para que estén siempre bien.
Los abuelos son una mano amiga y un abrazo que está siempre disponible.
La paciencia de los abuelos es ilimitada, pues a sus nietos todo se lo consienten.