Aprendí a amar cuando te vi y supe que daría mi vida por ti, hijita amada.
Entre mis brazos tengoal bebé más hermosode la tierra, te tengo ati mi hijita, y nuncate dejaré caer.
Mi felicidad surgió apenas naciste y se mantiene constante cada vez que te escucho reír.
Hijita, eres lo másvalioso de mi vida.
Hijita estoy aquí para que crezcas feliz y para que tengas una vida plena.
Lo reconozco, soy unamamá orgullosa, puessolo tengo palabrasbuenas sobre mi pequeña.
Hijita, desde quenaciste no he pasadoun día sin sonrisas.
Hija, todavía eres un bebé,pero poco a poco te daráscuenta de cuanto te adoro,y de que para mi ereslo más importante.
Preciosa hija, mi corazónsiempre estará lleno deamor y ternura por ti.
Querida hija, eres el mayor orgullo que me ha dado Dios y no puedo agradecerle tanto como quisiera por tener una hija tan extraordinaria.