Tu falta me hizo perder el brillo de los ojos pero ahora no solo brillan sino que resplandecen con tu ausencia.
Quiero cerrar los ojos e imaginar que tú nunca exististe.
Rompiste nuestro compromiso, y también mi corazón.
Qué difícil es pasar por esos sitios que para nosotros lo eran todo.
Yo pensaba que lo nuestro duraría eternamente, pero ya he aprendido que nada es para siempre.
Tantos sueños por cumplir juntos, ¡Y ahora sé que nunca pasará!
Puede que sientas el dolor de una ruptura como el más grande y profundo de tu vida, pero no desesperes, porque saldrás adelante.
No llegaste a mi vida para quedarte, pero sí para enseñarme.
No sé si me duele más saber que no me amas o pensar que nunca me valoraste.
Todo acabó, y solo me queda la sensación de haber entregado tanto y recibido tan poco…
Ojalá te hubiera dicho todo lo que pensaba, sé que así no te habría perdido.
Que triste saber que perdí tanto tiempo de mi vida al lado de alguien que era mentira.
Fue triste alejarme de ti, pero me di cuenta de que no me amabas tanto como yo a ti.
El destino nos unió, pero solo para aprender con quien no podíamos estar.
La felicidad es hecha de pequeños momentos, así que recordaré todo lo bueno sin tu presencia para que esta tristeza que dejaste, me abandone y vuelva a ser feliz.
Fue triste darme cuenta de que por mucho que te amase no me hacías bien y nunca me lo ibas a hacer.
Me pregunto a cada momento si algún día podré volver a confiar en alguien.
De repente me di cuenta de que ya nada era como antes y que tu habías cambiado.
Estoy triste y es porque nunca imaginé que nuestro final sería separados.
Perderte fue algo que me hizo sentir un desánimo inigualable que me fue debilitando poco a poco.