A veces me quedo mirándote, y vienen a mi mente tantos agradecimientos a Dios de que seas mi mamá.
Juntemos nuestras manos y hagamos una oración, es la mejor manera de agradecer a Dios.
Amorcito, me encanta imaginarme la vida a tu lado, y pensar en todo lo que ya pasamos. Doy gracias a Dios por tenerte, porque me ames, y porque contigo es todo siempre lindo. ¡Te amo!
Dios, a veces se nos olvida lo afortunados que somos, por eso hoy he decidido tomar algunos minutos de mi tiempo para agradecerte.
Querida hija, eres el mayor orgullo que me ha dado Dios y no puedo agradecerle tanto como quisiera por tener una hija tan extraordinaria.
Llegan unos días perfectos para agradecer a Dios. ¡Felices pascuas!
Te agradezco, mi Dios, por todas las bendiciones que ya recibí e iré a recibir, ¡pues sé que nunca me abandonarás!