Amar va mucho más allá de solo decirlo, demostrarlo a veces hace un gran diferencia entre lo que dices y lo que sientes.
Aprendí que la soledad se puede convertir en una aliada para enfrentar tus mentiras.
Dejé de ser yo por hacerte feliz, pero eso se acaba hoy porque yo no sé mentir.
Me pediste tiempo, y te lo agradezco porque me sirvió para darme cuenta de que hay vida más allá de ti.
No me importa a quien tengas ahora, lo único que me interesa es saber que yo estoy bien.
El amor es algo tan frágil como un cristal, y lastimosamente no se puede recuperar una vez roto.
Escuché tantas promesas falsas que acabé pensando que mi vida era una mentira.
Siempre estuve presente a tu lado y nunca te enteraste de lo mucho que me hacías daño.
Algunas veces es difícil observar lo que otra persona está dispuesta a hacer por ti a cambio de nada.
Gracias por enseñarme a descubrir que tipo de personas no me hacen bien en la vida.
No aguanté tus reproches, y debes vivir en un sueño si piensas que algún día alguien los aguantará.
Te creías diferente pero acabaste por ser igual a los demás.
Ahora me doy cuenta que tu eras mi limitante, y que ahora sin ti puedo seguir sin parar.
Gracias por enseñarme que, en esta vida, nadie es imprescindible.
Muchas veces estamos inconformes, pero al tiempo nos daremos cuenta de lo felices que éramos.
Me amaste, pero también me traicionaste, y no podré olvidar ninguna de las dos cosas.
A mi lado siempre tuviste un hombro donde recostarte, ahora no te queda más que valorar lo que perdiste.
Ahora que me has perdido te das cuenta de lo bien que estabas conmigo.
Pensé que me había enamorado de ti, pero cuando te conocí bien, me di cuenta de que no eras para mi.
Sé que tu amor era real, pero hemos cambiado mucho los dos, tenemos que asumirlo y continuar.