Existe un sin número de razones por las que debemos ser agradecidos, pero la principal es poder despertar todas las mañanas.
Nunca vi una mirada tan limpia y hermosa como la tuya.
Te agradezco, mi Dios, por todas las bendiciones que ya recibí e iré a recibir, ¡pues sé que nunca me abandonarás!
Siendo positivos tenemos muchas más oportunidades para ser felices.
Muchas veces no valoramos lo suficiente la importancia de estar vivo y olvidamos agradecer por tener ese gran privilegio.
El hecho de poder vivir y disfrutar de cosas simples, es algo por lo que debemos agradecer todos los días.
Tener un día triste no es malo, te hace crecer y aprender que hacer para que el siguiente sea alegre.
Hay varias cosas que nunca debemos dejar de hacer: amar, reír a carcajadas y perdonar.
No son necesarias grandes proezas para ser feliz, levantarse cada día y dar lo mejor de uno mismo ya tiene un valor incalculable.
Veo cada día como una nueva oportunidad de aprendizaje y de superación personal.
El amor es una escuela donde se aprende el arte de amar.
Pensar en ti es hermoso, pero lo es más estar a tu lado.
Me he dado cuenta de que soy mucho más feliz desde que no escucho a aquellos que tienen algo malo que decir sobre mi.
Mantener siempre la cabeza erguida es el secreto de los vencedores.
Pasan los días y mi amor sigue creciendo, mi corazón sigue latiendo más deprisa cada vez que te veo, y me voy dando cuenta de que no puedo ser más feliz de lo que soy por habernos conocido y elegido. Te amo.
Me di cuenta que mi mayor motivación no son las cosas materiales, sino las personas a mi alrededor.
Los momentos difíciles son las mejores oportunidades para dar todo lo que uno tiene dentro.
Cuando nos vienen muchos problemas de golpe, lo mejor es ir afrontándolos uno a uno, pues así encontraremos más fácilmente la solución para poder avanzar.
Cuando pienso en poesía eres tu quien viene a mis pensamientos, y eso es porque te amo!
Pasarán días, meses, años, pero el recuerdo de una persona especial se quedará siempre dentro de mi corazón.