Recuerda que tienes que dar un paso a la vez, pero siempre hacia adelante.
La presión siempre saca lo mejor de ti en el momento que menos esperas.
De todo se aprende en la vida, de lo que se gana, pero también de lo que se pierde.
Di lo que sientes, vive tal y como crees, agradece y disfruta, la vida es solo una.
A pesar de las tristezas y los errores, la vida siempre busca una forma de maravillarnos.
Esperar nos ayuda a reflexionar, a pensar y a sentir para poder crecer y tomar mejores decisiones cada vez.
Intenta acercarte cada vez más a la persona que quieres ser mañana.
Mira hacia atrás, ¿Estas mejor? Entonces sigue adelante.
Si crees en ti ya tienes la mitad del trabajo hecho.
No pongas tus planes en pausa por algún inconveniente, ¡Busca otra forma de hacerlos realidad!
Trátate con cariño, valora todo lo que haces y siente orgullo por la persona que eres.
Encara la vida y alégrate por tener la oportunidad de vivir un día más.
Seamos como los caballos y saltemos los obstáculos.
Cuando estoy pasando por un mal momento, me recuerdo que es temporal para motivarme y continuar.
Siempre es un buen momento para dar lo mejor de ti mismo.
Todo cambió el día que me di cuenta de que podía alcanzar aquel sueño en el que tanto creía.
Todos tenemos momentos malos, pero al no darles importancia te sentirás más motivado.
Comienza por escalar un árbol, luego una montaña y ¿Por qué no? ¡Un rascacielos!
Tener un día triste no es malo, te hace crecer y aprender que hacer para que el siguiente sea alegre.
Acepta todas las oportunidades que la vida te da, pues son regalos maravillosos.