Hija, espero que sientas siempre el amor de esta familia que te admira.
Con cada segundo que pasa te extraño un poco más, pero no te lo digo porque no quiero que te sientas mal. ¡Vuelve pronto, amor!
Si te digo que eres el amor de mi vida ¡Créelo! Pues esto no lo he dicho nunca.
Amor de mi vida, no olvides que donde estemos, siempre habrá un lugar para nosotros, donde compartiremos tropiezos y triunfos.
Quiero morir diciendo que mi amor eres tú.
He vivido mucho, pero nada tan doloroso como saber que tu amor por mi había terminado.
Tantos regalos que podemos dar, pero los más especiales son el amor y la amistad.
Nadie sabe lo que es enamorarse hasta que encuentra el gran amor de su vida.
Mi amor, hay días en los que el tiempo no pasa, y yo me desespero por volverte a ver.
Tengo a mi lado al amor de mi vida, eso es en lo que pienso, pero no te digo, cada día y cada vez que te miro.
Nunca había amado tanto a nadie, y nunca había sentido tanta alegría por vivir. ¡Eres el amor de mi vida!
No hay nada que me llene tanto y que me haga sentir tanto amor que verte reír, hija mía.
En todos los sueños que tengo, apareces siempre a mi lado, porque eres el amor de mi vida y porque no me imagino como es vivir sin tenerte cerquita. ¡Te amo!
Amor, nos vemos esta semana para seguir compartiendo tiempo juntos. ¡Feliz inicio de semana!
No sé que hacer con esta impotencia que siento por saber que mi amor por ti sigue intacto y que el que tú sentías por mi ha desaparecido para siempre.
Me creía súper fuerte hasta que me debilité de amor solo con verte.
Mi objetivo siempre fue encontrar el amor y desde que llegaste tú, encontré la perfección.
Solo hay algo igual de inmenso que el amor que siento por ti, y es el dolor de saber que tú no sientes lo mismo.
Dios puso en ti los ingredientes perfectos: mucha amistad y más amor.
La relación ideal es en la que se mezclan el amor y la amistad.