No sé si existe el amor de mi vida, pero mientras lo averiguo, cuido de mi.
El amor llenó mi vida, me lo dio todo y mi mundo ahora es mejor.
Pienso en ti, y cuando lo hago no dejo de sentir que eres el amor de mi vida. Conocerte lo cambió todo para mí, contigo llego la alegría y la esperanza. Te amo.
Vivir con el amor de los nuestros, y agradecer por ello cada día, ese es mi lema en esta vida.
El amor y la amistad tienen mucho en común, y aprender de ello nos hará más felices.
El amor de mi vida será ese que me comprenda y que me haga reír.
El amor puede hacernos sentir como si flotásemos.
El amor que le tengo a mi esposa es infinito, es sincero y me hace sentir la persona más afortunada del mundo.
No se puede medir el amor de una mamá a su hija, porque va mucho más allá del infinito.
Soy de esas personas que pese a todo sigue creyendo que encontrará el amor verdadero.
Lo que siento por el amor de mi vida es lo más maravilloso que ya sentí, porque es la persona que mejor me comprende, que más me ama y la que me da más confianza.
Solo sabes que es el amor cuando lo sientes verdaderamente.
Si el amor no lo es todo, entonces porque siento este vacío tan grande que me debilita día tras día.
El amor propio es como una plantita, que tenemos que regar para que viva.
El amor tomó otra dimensión cuando te conocí.
Contigo vivo el amor más sincero y más puro.
Cuando el amor nos da más tristezas que alegrías, es posible que debamos asumir que ya no es amor.
El amor trae felicidad y emoción, nunca dolor.
La razón y el amor son incompatibles, pero al pensar en ti los dos admiten que eres increíble.
Mi filosofía: el amor se cuida, se valora, se disfruta y se admira.