Eres el único capaz de transmitir una tranquilidad que me llena el alma de paz.
Dios, me enseñaste que lo más importante de la vida es hacer todo con amor y buena voluntad.
Trata bien al prójimo, dale tu ayuda cuando la necesite, piensa que, si él hace lo mismo, todos seremos más felices.
Si tienes fe, tienes ya mucho de lo que necesitas para alcanzar tus objetivos.
Siento la protección de Dios cada día, y de ahí saco mis fuerzas para vivir y seguir luchando.
Piensa en la bondad de Jesús e inspírate con ello para actuar en tu día a día.
Dejé la soberbia de lado gracias a tus enseñanzas, Señor.
Dios, cuando hablo contigo lo hago desde el corazón, y sé que puedes entenderme.
Dios, sé hacia donde me dirijo porque camino de tu mano.
Hace muchos años que deje mi vida en manos de Dios, y sé que él me da lo mejor.
La fe que le tengo a Dios, es algo tan increíble que solo Él y yo podemos entenderla.
Aunque no lo veas, Dios siempre estará a tu lado para ser esa compañía que tanto necesitas.
Promueve la paz siempre que puedas, y actúa desde el amor que hay en tu corazón.
Aunque nunca te haya visto, siento que te conozco desde lo más profundo de mi corazón.
En los malos momentos miro al cielo y me alegra recordar que te tengo.
Sé que tengo a Dios, y eso me reconforta y calma mi corazón.
Tengo a Dios presente cada día de mi vida, es algo de lo que nunca me desprenderé.
Dios nos dejó la tierra y la naturaleza para que cuidásemos de ella.
Eres el único ser que así nunca esté presente físicamente, siempre está a mi lado.
Orar me ayuda a encontrar la calma y la paz en los momentos más difíciles.