Todo cambió el día que me di cuenta de que podía alcanzar aquel sueño en el que tanto creía.
Siempre es un buen momento para dar lo mejor de ti mismo.
Cuando estoy pasando por un mal momento, me recuerdo que es temporal para motivarme y continuar.
Seamos como los caballos y saltemos los obstáculos.
Hasta en la peor de las situaciones encontrarás la fuerza que necesitas para seguir adelante.
No pienses que es tarde, si lo estás haciendo ahora es porque ahora es el momento.
Levántate con ganas de volar, aunque no tengas alas y de cumplir tus sueños, aunque no hayas comenzado.
Lo que no nos damos cuenta es que para ser felices en la vida solo es necesario tener una buena compañía.
Mis errores me enseñaron que no hay nada que no pueda superar y aprender.
Comienza por escalar un árbol, luego una montaña y ¿Por qué no? ¡Un rascacielos!
En la vida es necesario tener tres cosas: salud, paciencia y amor.
Encontrar muchas formas de motivarme hace que esa una persona dinámica.
Esperar nos ayuda a reflexionar, a pensar y a sentir para poder crecer y tomar mejores decisiones cada vez.
Saldrás victorioso porque eres fuerte y ya lo hiciste otras veces.
Hasta lo que acaba es señal de que puede comenzar algo nuevo, y está en tu mano hacer que sea fantástico.
No tiene nada de malo ser una persona soñadora, pues de esos sueños salen las mejores ideas.
Recuerda que tienes que dar un paso a la vez, pero siempre hacia adelante.
Mira hacia atrás, ¿Estas mejor? Entonces sigue adelante.
En la vida se aprende de todo, y cuando comentemos errores aún más.
Si algo no te salió como pensabas, otra cosa vendrá y te sorprenderá.