No juzgues al prójimo porque la vida es larga y puede que en algún momento te veas en la misma situación.
Reflexionar sobre lo que vamos a decir antes de decirlo puede ahorrarle muchos disgustos a quien tenemos delante.
Mantener siempre la cabeza erguida es el secreto de los vencedores.
La compasión hay que cultivarla porque cada persona siempre va a dar lo máximo que tiene.
Una buena conversación puede enriquecernos tanto como la lectura de un libro.
Ámate lo suficiente como para poder amar a quienes te rodean.
No puedes modificar nada del pasado, pero sí del presente y verás los cambios en el futuro.
Tener a los amigos cerca,es siempre sinónimo de bienestar. Por ello, mantenlos a tu lado, ¡no los dejes escapar!
En todo mal que trata de destruirme yo me fortalezco, y si caigo nunca me quedo vencida.
Todos deberíamos tomarnos un pequeño tiempo al día para cerrar los ojos y pensar sobre nuestros actos.
Piensa en el presente más que en el futuro y aprovecha cada minuto.
Es preferible valorar lo que tenemos que esperar por lo que no sabemos.
No importa cuánto tiempo pase, una traición es muy difícil de olvidar.
Sé sincero y di lo que piensas, pues en esta vida, ¡de nada vale esconderse!