Lo que soy ahora se debe a las alegrías que viví, pero también a los momentos difíciles y de dolor.
Nadie puede acostumbrarse al dolor, puedes aprender a convivir con él, pero si es intenso, siempre estará ahí.
Si el dolor que siento hoy ocupará espacio, ocuparía el mundo entero.
El peor dolor es aquel que viene de quien confías y amas.
Las personas deberían pensar dos veces antes de hacer sentir tanto dolor.
No confíes en nadie a la primera y te ahorrarás mucho dolor.
Hay dolores extremadamente fuertes, y este es uno de esos que llega al alma.
Ya no quiero sufrir más por eso me cuesta tener sentimientos por alguien.
Me dejaste con mi dolor y te alejaste, pero aún así, sé que saldré adelante.
Hay personas que vienen a tu vida solo para hacerte conocer el dolor.
No me harías tanto daño si pudieras sentir el dolor que siento yo.
A veces el dolor no desaparece, sino que aprendes a ignorarlo.
Hay verdades que duelen y que se clavan en uno como espadas.
Perder a alguien a quien querías produce un dolor que puede ser difícil de calmar.
Prefiero escuchar la verdad, aunque duela, que vivir en el engaño y después darme cuenta.
El dolor superó al amor y tuve que alejarme de ti.
Nunca me habían hecho tanto daño como tú, ¡eras la persona de la que menos lo esperaba!
Si mi dolor fuera fuego ya hubiera arrasado un bosque entero.
Qué dolor tan grande saber que te tuve por tan poco tiempo junto a mi.
El dolor se pasa mejor si tienes a quien te quiere y te apoya cerca.