A veces te extraño tanto que me quedo por horas mirando el mensaje que nunca recibiré.
No me interesan las amistades que solo me quieren por su interés.
Si tienes algo que decirme, que sea a la cara por favor, soy todo oídos.
No voy a pedir perdón por algo que no he hecho yo, así que puedes esperar ese momento, que nunca llegará.
Te enfocaste tanto en ti que me perdiste y ni cuenta te diste.
Si el tiempo pone a cada uno en su lugar, tú ya tienes una finca en el infierno.
Me di cuenta que no tenías tiempo para mi, y por eso dejé de regalarte mi amistad.
Si algo te molesta, dilo, no te lo guardes para hablar de ello por detrás.
Hay amistades tóxicas, y la tuya es tan solo un ejemplo más.
Conmigo no cuentes más, es más fácil que ocurra cualquier milagro a que yo en ti vuelva a confiar.
Me pediste tiempo, y te lo agradezco porque me sirvió para darme cuenta de que hay vida más allá de ti.
No te necesitaba antes de conocerte, por tanto, tampoco te necesito ahora así que déjame seguir con mi vida y no preguntes porque no eres más mi amiga.
Amar va mucho más allá de solo decirlo, demostrarlo a veces hace un gran diferencia entre lo que dices y lo que sientes.
No entiendo como teniéndome tan cerca andas hablando con todo el mundo menos conmigo.
Me recuerdas a los días de lluvia, pues son fríos y tristes.
Conmigo has sido tan mala amiga que para mi llevas siempre la capa de invisibilidad.
Tengo muchos planes para estos días, pero para que estén completos me falta una persona en ellos.
Me gusta darme cuenta como me mientes en la cara y finges simpatía.
Si soy importante para ti deberías hacérmelo saber ¿No te parece?
Gracias por enseñarme a descubrir que tipo de personas no me hacen bien en la vida.