El primer paso para la superación personal es la confianza en uno mismo.
Me gusta cuando el respeto viene de la confianza y la admiración, no del miedo.
No le des importancia a lo que los otros puedan pensar de ti, y simplemente, confía en quien eres.
Para mi, la mejor amistad es aquella que nace a partir de la confianza y la empatía.
Durante toda tu vida has demostrado que eres valiente y que tienes todo lo que necesitas para confiar en ti misma, ¡no lo olvides!
Solo con personas como tú, hacemos posible este proyecto. Gracias por confiar en nosotros otro año más ¡Feliz Navidad!
Busca la sabiduría en los demás sin prejuicios y con la confianza de encontrarla en cada gesto y en cada palabra generosa.
Superar la traición de un amigo puede ser muy doloroso, pues supone un gran golpe a la confianza que puede acabar con la amistad.
Es una lástima que mi confianza te haya valido tan poco. ¡Eres una persona decepcionante!
Amiga, por muy lejos que estemos, nuestra confianza se mantendrá intacta, y sé que cuando nos volvamos a ver, todo será como si nunca nos hubiésemos separado.
Gracias por darme tu amor y por demostrarme que puedo confiar en ti. ¡Te quiero!
Amor, tú me impulsas en la vida, me haces ser más valiente, me haces sentir confianza y sentir que todo lo puedo lograr. No hay ni un día en que no piense en la suerte que tengo de tenerte. ¡Te quiero muchísimo!
Si te han dado la oportunidad es porque la merecías, ¡confía en tu talento!
Hoy será un día diferente a los demás, y seguro que te pasa algo especial, solo tienes que confiar en ello. ¡Feliz martes!
No eres la persona que un día conocí, y me pregunto como pude confiar en ti.
Nunca pierdas la confianza en ti, tus sueños se harán realidad. ¡Persiste!
Desde que me traicionaste, me pregunto cada día si podré volver a confiar en alguien.
Me pregunto a cada momento si algún día podré volver a confiar en alguien.
Estas Navidades son más alegres gracias a ustedes, que nos demuestran su confianza día a día. ¡Felices fiestas!
Hay algo en lo que siempre puedo confiar y que sé que no me fallará, ¡la palabra de Jesús!