Te agradezco, mi Dios, por todas las bendiciones que ya recibí e iré a recibir, ¡pues sé que nunca me abandonarás!
Nunca subestimes de lo que soy capaz, pues no me conoces.
Todos son rápidos para juzgar y opinar sobre la vida de los demás, pero son ciegos y mudos para su propia vida.
Mientras más alta sea la montaña, más grande será tu logro.
Pasarán días, meses, años, pero el recuerdo de una persona especial se quedará siempre dentro de mi corazón.
Contigo a mi lado estoy descubriendo que todo puede ser perfecto.
Hay personas que brillan tanto como las estrellas.
La prosperidad es solo el resultado de tu gran esfuerzo y dedicación.
Mirarte a los ojos es sentir amor, es sentir que amo nuestra conexión.
Me quiero así como soy, y todo lo que hago es por mí y no por los otros.
Todo lo que me das es lindo, gracias mi amorcito.
Lo hermoso de la vida es que no deja de sorprenderme con sus alegrías.
A veces solo necesitamos la mirada cariñosa de la persona a quien amamos para sentirnos reconfortados.
Si te pones una meta por día y la cumples, verás que te sentirás aún más motivado durante la semana.
No juzgues al prójimo porque la vida es larga y puede que en algún momento te veas en la misma situación.
Cuando estoy pasando por un mal momento, me recuerdo que es temporal para motivarme y continuar.
Date espacio en la vida para improvisar, dejarte llevar, reír y soñar.
Cada día Dios me sorprende con alguna maravilla, un paisaje o alguna compañía.
Estar presente para nuestros seres queridos siempre que lo necesiten, es un gesto muy hermoso, que debemos hacer más.
Amar, disfrutar y sonreír a los demás son partes muy valiosas de esta vida.