Todos son rápidos para juzgar y opinar sobre la vida de los demás, pero son ciegos y mudos para su propia vida.
El secreto de la vida es hacer todo con entusiasmo y alegría, nunca lo olvides y sigue siendo un niño muy feliz.
Te agradezco, mi Dios, por todas las bendiciones que ya recibí e iré a recibir, ¡pues sé que nunca me abandonarás!
Cuando pienso que todo esta mal, me recuerdo de las muchas batallas ganadas.
Ser feliz no significa tener una vida perfecta, sino saber reconocer la belleza y el valor de todas las imperfecciones.
Me he dado cuenta de que soy mucho más feliz desde que no escucho a aquellos que tienen algo malo que decir sobre mi.
La prosperidad es solo el resultado de tu gran esfuerzo y dedicación.
Cuando nos vienen muchos problemas de golpe, lo mejor es ir afrontándolos uno a uno, pues así encontraremos más fácilmente la solución para poder avanzar.
La vida es lo único que nos acompaña durante toda nuestra existencia.
Pasarán días, meses, años, pero el recuerdo de una persona especial se quedará siempre dentro de mi corazón.
Cuando aprendemos a sonreírle a la vida, ¡nada ni nadie nos consigue robar la alegría de vivir!
Si la vida te da crayones, agárralos con fuerza y dibuja tu mejor historia.
Levanta la mirada, respira y síguelo intentando. ¡Todo es posible!
Todo lo que hagas desde la bondad y el corazón, te dará la satisfacción de saber que hiciste lo mejor.
Confía en ti y no pierdas nunca aquello que te hace ser especial.
Elige tu camino con sabiduría pero escucha también a tu corazón.
No olvides nunca que mereces todo lo bueno que tienes porque eres una persona muy linda.
Si te apasiona, entonces ¿Qué esperas para comenzar a hacerlo?
Tienes todo lo necesario para ganar la batalla, ¡confía en ti!
Confía en mí cuando te digo que ser niño es lo más divertido del mundo, así que sonríe y ríe hasta más no poder.